sábado, 13 de marzo de 2010

¡Motivarnos!

En mi opinión desde que somos pequeños nuestros profesores deberían intentar que aquellos conocimientos que vamos a desarrollar en los años siguientes como estudiantes se nos quedaran desde un principio en la memoria a largo plazo, de ese modo llegado el momento de ampliarlos lo tendríamos mucho más fácil.

Para ello, en los cursos de primaria los profesores deberían utilizar el conductismo, ofrecer una recompensa cada vez que se haga algo positivo, así seguiríamos actuando correctamente. Por ejemplo, un profesor hace una pregunta a un alumno acerca del temario, si este es capaz de contestarla razonando y no de memoria recibirá un positivo, y sino un negativo. Pero para que pudiera darse esto, los profesores deberían hacer preguntas continuamente y comprobar que los alumnos razonan y que por lo tanto se dará en ellos una probabilidad más alta de que esa información se esté guardando en la memoria a largo plazo.

También desde edades muy tempranas se nos debería incitar a la lectura (no se considera incitar a OBLIGAR a leer un libro al trimestre, sino por ejemplo provocarnos ganas de leerlo contando cosas interesantes sobre su argumento), así crearíamos una serie de esquemas cognitivos (sobre diferentes temas) que más adelante nos servirían como inclusores y nos permitirían adquirir nuevos conocimientos con menor dificultad.

Volviendo al conductismo, creo que dejaría de ser efectivo(a mi parecer) en los cursos más altos de la ESO y bachillerato, al menos con positivos como recompensa (aprobar sería un buen incentivo siempre y cuando estuviéramos motivados a estudiar). Un positivo, no sube la nota y un negativo que no va a hacer que suspendas (obviamente) no nos incentivan ya nada.

Por ello, creo que si has llegado al bachillerato ha sido gracias a que tus profesores y familia han sabido crear en ti una motivación provocándote unas ganas de luchar y conseguir algo en tus estudios. Y no deberían dejar de hacerlo hasta ver tu propósito conseguido.